martes, 19 de junio de 2012

Fases del duelo

Publicado por Kelly en 8:34
Cuando me quedé en el paro sentí como si me cayera una losa encima. No fue el mismo día sino al cabo de un par de semanas, cuando tenía el finiquito en la mano. Estaba en el coche con el cheque y no podía respirar. En ese momento me di cuenta de que estaba de lleno en la primera etapa del duelo : la negación. Me repetía constantemente esto no puede estar pasándome a mi, no puede ser, no puede ser, no puede ser... Nunca pensé que fuera a pasar por todo eso como cuando un novio te deja o un familiar muere. No creía que fuera para tanto pero estaba equivocada. 

Más adelante vino la ira, contra todo y contra todos y esa fase ha ido yendo y viniendo periódicamente. Sentir frustración al ver que me habían engañado, que lo que yo hacía era algo tan restringido que a parte de la empresa que me puso las maletas en la puerta, solo tenía otro par de empresas en España podían apreciar lo que había aprendido los últimos 5 años. En ese momento me sentí engañada y furiosa. La fase de negociación fue corta. Venga a buscar en Infojobs y a las pocas ofertas que enviaba al currículum, no paraba de pensar que con los cursos que podía hacer aunque todavía no los había hecho y si aceptaba trabajar por poco dinero, podía conseguirlo. Creo que nunca he escrito cartas de presentación más suplicantes. Cuando me rechazaron en todos ellos tenía ganas de mandar correos para preguntar si podía hacer algo para que me cogieran, si podía cambiar algo. Lo haría. Y así una y otra vez. Cada vez más abajo. Y por fin, la depresión. 

Miles de pensamientos automáticos yendo y viniendo. Es que el problema soy yo, no valgo para nada, etc. Por último, la aceptación. Qué difícil se me ha hecho. Creo que es la fase de la que más he aprendido, a extrapolar la aceptación. Plantéate la situación y qué quieres conseguir o evitar. Ahora valora que está en tu mano para llegar a ese objetivo o al que quieres evitar. Qué puedes hacer, qué es realmente lo que puedes cambiar. Si la respuesta a todo esto es nada, intenta relajarte, que la situación pase cuanto antes y no te resistas. Acéptalo y asúmelo. No depende de ti. Repítete otro gran mantra. No depende de ti.

En eso ando ahora. Puedo cambiar mi situación viendo qué buscan ahora mismo las empresas y cómo puedo aprovechar lo que tengo actualmente en mi currículum. Formarme está en mi mano. Aprender está en mi mano. Ser positiva y conocer gente está en mi mano. Puedo cambiar la situación. Puedo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Diario de un ama de casa universitaria Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos